En su sede empresarial de Windhagen, Reinhard Wirtgen fue ampliando sistemáticamente su flota de fresadoras propias hasta alcanzar las 100 máquinas grandes. Con una plantilla compuesta ya por 150 empleados, no solo utilizó las máquinas como proveedor de servicios por toda Alemania, sino también más allá de sus fronteras.
Puesto que WIRTGEN lleva a cabo con éxito cada vez más encargos de saneamiento con el método de fresado, este procedimiento se incluye por fin en las licitaciones como método estándar. A finales de la década de 1970, WIRTGEN consigue dar el salto de desarrollo del fresado en caliente al fresado en frío, algo que supuso una enorme mejora en la rentabilidad del método. Para el principal campo de actividad de WIRTGEN, esto supuso un paso decisivo.
Además, se desarrolló el método de reciclaje en caliente como segundo procedimiento de saneamiento. Reinhard Wirtgen lo introdujo decididamente en el mercado, una vez más con máquinas construidas por él mismo en su propia flota de servicios. La internacionalización de la empresa empezó con la fundación de las primeras sucursales propias en el extranjero.