El granulado de caucho de los neumáticos de los coches ahorra recursos
La nueva TBA 4000 de Tarmac, cerca de Birmingham, tenía un trabajo bastante exigente: al ser la primera planta de mezcla asfáltica en las Midlands, procesaba granulado de caucho procedente de neumáticos de coches reciclados como ingrediente para mantener el pavimento más elástico.
Además de mineral blanco, asfalto y betún reciclados, la mezcla asfáltica para la A47 contenía este aditivo especial. La nueva fórmula no solo protege los recursos, sino que también tiene otra ventaja: la fórmula puede producirse como asfalto de baja temperatura o como mezcla caliente. Como su nombre indica, la temperatura es más baja en comparación con las mezclas convencionales. Mientras que en las últimas se suele mezclar a 160 °C, la temperatura de producción del asfalto de temperatura reducida es de 100 °C a 110 °C. En comparación con las mezclas calientes convencionales, esto permite ahorrar combustible y CO₂ durante el proceso de producción.
El asfalto de baja temperatura reduce las emisiones de CO₂
«El innovador asfalto contribuye a la sostenibilidad», explica Anthony Smith de Tarmac. «Hay una reducción de entre el ocho y el doce por ciento de CO₂. Estas contribuciones son un requisito fundamental para la industria británica de la construcción. Nos retamos a encontrar nuevas soluciones que sean más respetuosas con el medioambiente. Este ha sido un ejemplo de éxito». La producción de asfalto de baja temperatura es posible gracias al módulo de betún espumado de Benninghoven: al mezclar el betún caliente con agua, el betún se espuma hasta alcanzar varias veces su volumen original y reduce temporalmente la viscosidad del betún, lo que permite al cliente producir y colocar el asfalto a temperaturas más bajas sin comprometer las propiedades del asfalto.