Con la construcción de asfalto convencional habría que haber retirado por completo la calzada en varios segmentos de obra y a continuación haberla instalado de cero con más anchura. Con el reciclaje en frío in situ se evitaron estos pasos. El material de asfalto ya existente se trató añadiendo betún espumado y cemento hasta conseguir una nueva capa de base de BSM. A 15 cm de profundidad, la W 380 CRi fresó el material antiguo de la carretera. A continuación se entregaron aprox. 300 t de material a la siguiente extendedora SUPER 2100-3i de Vögele, que extendió el nuevo perfil de la calzada en una sola pasada a 5,5 m de anchura y 12 cm de altura. A 4 m/min, el tren de reciclaje en frío fue avanzando por la Sinding Hedevej, de 3 km de longitud. Detrás del rodillo compactador de Hamm que llevó a cabo la compactación final, incluso se pudo habilitar temporalmente el tráfico para los residentes de la zona.