Los tramos de autopista que necesitaban rehabilitarse cerca de las ciudades de Lamia y Kamena Vourla están muy transitados y constituyen importantes nodos de tráfico. Había que rehabilitar una superficie total de 50 000 m², y el cierre completo de la autopista habría supuesto un caos para el tráfico. La solución más eficiente corrió a cargo de un tren de reciclaje en frío de Wirtgen Group. Gracias al reciclaje en frío in situ se consiguió acortar la duración de la obra en aprox. un 50 % respecto a los métodos convencionales y el tráfico se pudo desviar sin problemas bordeando la obra.