Compactación del suelo
Una lucha con duros tambores
En la naturaleza no siempre se encuentra la base ideal para construir carreteras: el lecho rocoso. En la mayoría de los casos, el suelo está suelto y no presenta suficiente capacidad portante. Por ello, al principio de cualquier carretera nueva se necesita un trabajo de movimiento de tierras. Una vez que se ha esclarecido y fijado el recorrido del trayecto, es necesario preparar la tierra que hay bajo el trazado.
Reforzar la capacidad de resistencia
El método más importante en el movimiento de tierras es la compactación. Su función es reducir el espacio poroso relleno de aire y agua que hay en un suelo. De esta forma, el suelo adquiere la propiedad deseada: se hace más capaz de soportar la carga provocada por el tráfico y el clima aumentando su resistencia y reduciendo al mismo tiempo la inclinación mediante la derivación del agua a fuentes. Esto último también hace al suelo resistente frente a las heladas.
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Compactadores de HAMM Suelos cohesivos y suelos no cohesivos
Este proceso es distinto en cada suelo. El experto es capaz de distinguir entre suelos cohesivos y no cohesivos. En suelos cohesivos como arcilla, barro o limo, las partículas del suelo se adhieren unas a otras. Por lo contrario, en los suelos no cohesivos, como grava o arena, dichas partículas están sueltas unas junto a otras. En cuanto a su compactabilidad, los tipos de suelo se pueden clasificar de la manera siguiente: suelo con contenido de agua, suelo cohesivo de grano fino, suelo no cohesivo de grano grueso, suelo mixto de grano fino-grueso y roca.
La compactación dinámica demuestra una gran eficacia
En el movimiento de tierras se ha revelado como especialmente eficaz el método de compactación dinámica con rodillos de vibración u oscilación en los que el efecto de compactación se basa en la interacción de las vibraciones del tambor y el peso del rodillo.
Para la compactación se necesita más que solo peso
Tres factores influyen sobre la intensidad de la compactación: la dirección del tambor (es decir, la amplitud de la vibración), la periodicidad de la vibración (o sea, la frecuencia) y el tiempo de actuación (o sea, la velocidad de la marcha). Con el ajuste correcto de estos parámetros se puede implementar la compactación necesaria en un número considerablemente menor de pasadas.
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La tecnología adecuada para cada suelo
La forma más eficaz de compactar suelos cohesivos es mediante compactadores con pata de cabra a grandes amplitudes, mientras que lo ideal para los suelos no cohesivos es utilizar tambores de alisado y amplitudes más pequeñas. Así, el suelo queda preparado para la superestructura de la carretera salvo en caso de que su contenido de humedad siga siendo demasiado alto. Ese tipo de suelos deben estabilizarse adicionalmente.
Ventajas
Alta capacidad portante
Se evitan subsidencias
Rentabilidad
John Deere equipo de construcción
Al sitio web de John Deere Construction
Movimiento de tierras y labrado de rocas
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