Tratamiento a gran superficie de suelos sin suficiente capacidad portante

La estabilización es la elección correcta para crear la capacidad portante y la calidad de los suelos, así como para prepararlos para proyectos de construcción de carreteras. Con la aportación selectiva de ligantes se puede reducir el contenido en humedad de un suelo, lo que es imprescindible para el procesamiento posterior. En comparación con la sustitución de todo el suelo, la estabilización es un método económico y que no malgasta recursos. Se generan ahorros de costes, por ejemplo, por la logística de la obra simplificada, dado que se necesitan menos viajes de los camiones y períodos de construcción más cortos. También se preservan los recursos, puesto que en la estabilización se utiliza completamente el suelo ya existente y solo se añade ligante, como cal o cemento o bien ambos al mismo tiempo como mezcla de ligante.

Aunque en las licitaciones se sigue requiriendo todavía con frecuencia la sustitución del suelo, este procedimiento no siempre es imprescindible. Con su potente rotor de fresado y mezcla, la estabilizadora de suelos entremezcla ligante previamente esparcido, como cal o cemento, en el suelo ya existente con poca capacidad portante y lo convierte in situ en un material de construcción de alta calidad. La mezcla homogénea de suelo y ligante tiene una gran capacidad portante y se convierte en un material continuamente resistente al agua y las heladas, con constancia de volumen. Las aplicaciones típicas son la construcción de caminos, carreteras, autopistas, trazados, aparcamientos y campos deportivos, polígonos industriales, zonas industriales, aeropuertos, diques, rellenos o vertederos de basura.

En la estabilización se diferencia entre la mejora y la solidificación del suelo. La cal mejora la capacidad de extendido y compactación de suelos húmedos y cohesivos. En este caso se habla de una mejora del suelo. Cuando el objetivo es la solidificación del suelo se utiliza cemento, dado que este material aumenta de forma permanente la capacidad portante, la constancia de volumen y la resistencia al agua y a las heladas. Los suelos se pueden estabilizar u homogeneizar incluso sin ligante.

Para mejorar las propiedades del suelo de forma permanente, se suele necesitar un tren de maquinaria. El inicio corre a cargo de un esparcidor de ligante que extiende el ligante uniformemente, seguido de una estabilizadora de Wirtgen. Con su rotor de fresado y mezcla, la WR 250 entremezcla el suelo homogéneamente con la cal previamente esparcida. Un rascador presurizado dispuesto en la tapa trasera del tambor se encarga de que el material tratado se retire de forma perfectamente lisa. Mientras que una niveladora asume el perfilado de la mezcla de suelo preparada, los rodillos de tierra se ocupan de la óptima compactación.

En la estabilización con cemento se crean capas de base ligadas de forma hidráulica. El ligante es previamente esparcido por un remolque esparcidor seguido de un camión cisterna de agua. Detrás, el rotor de fresado y mezcla de la estabilizadora de Wirtgen entremezcla el suelo homogéneamente con el cemento previamente esparcido. Al mismo tiempo se añade agua a la cámara de mezcla mediante una barra de inyección. También aquí se encargan las niveladoras del perfilado del material preparado y, finalmente, los rodillos aseguran la compactación óptima.