3 preguntas para…
Catharina Mertens, departamento de asesoramiento y ventas ROAD
Sucursal de Wirtgen Group en Windhagen
¿Aún recuerda como fue la primera vez que se dirigió a los clientes como empleada de ventas de Wirtgen Group?
Naturalmente, no llegué sin preparación. Me conocía los temas de ventas tras haber trabajado en el servicio interno y me preparé a conciencia para mi nueva tarea. Hice muchos kilómetros con técnicos de servicio y también me pasé horas junto a la cinta en las plantas principales, donde aprendí mucho de los colegas. Por último, también visité a clientes en sus obras y, por ejemplo, tuve ocasión de manejar reglas de Vögele por mí misma. También acompañé a mi predecesor en el departamento de ventas y así pude aprender a fondo todas mis tareas, pero también los problemas a los que se enfrentan los clientes. Por tanto, las condiciones ya eran buenas de partida.
¿Cómo han evolucionado desde entonces las relaciones con sus clientes?
En general de forma muy positiva. Con mis antecedentes, los clientes se dan cuenta pronto de que tengo know-how. La confianza de muchas constructoras y de sus empleados se ha reforzado cada vez más. Además, también me alegra ser la persona de contacto no solo en lo referente a las nuevas máquinas, sino también para temas de servicio técnico. Me sigue pareciendo muy satisfactorio ayudar a los clientes y poder contribuir a su éxito.
¿De qué pasta hay que ser para resistir en su trabajo?
En cualquier caso, no se puede tener miedo de entrar en contacto con el sector. Entonces no hay ningún problema para labrarse un respeto y que también te lo demuestren. Sea hombre o mujer, este no es trabajo para alguien para el que siempre hace demasiado frío o demasiado calor o hay demasiado polvo o demasiada suciedad. En Wirtgen Group tenemos el lema «Close to our customers» y lo vivimos a diario. Y eso también es válido cuando hace un tiempo de perros en las obras, no solo en cómodas oficinas climatizadas.