Primer trabajo de la fresadora grande W 210 Fi en Sicilia
La primera fresadora grande de la serie F ha llegado a Sicilia, concretamente a la empresa Sicilstrade. Su primer trabajo consistió en unas obras de rehabilitación en las carreteras nacionales SS126 y SS626 en pleno corazón de la isla.
El paisaje es pintoresco, por lo que recorrer estas carreteras es un gran disfrute. Las colinas están rodeadas por estrechas curvas que suben y bajan y deparan magníficas vistas panorámicas. Sin embargo, cuando toca rehabilitar estas carreteras, las cosas no son tan sencillas. La logística de obra y la elección de las máquinas se deben planificar con previsión para que haya pocos cortes de tráfico y que sean lo más breves posible. Para las obras de rehabilitación en las carreteras nacionales SS126 y SS626, Sicilstrade optó conscientemente por usar la fresadora grande W 210 Fi para fresar toda la calzada en solo dos o tres vías de fresado.
Tramos de obra pequeños con curvas estrechas. En segundo plano ya están listas las máquinas siguientes.
Las distintas secciones de la obra tenían entre 50 y 500 m de longitud. En las obras de rehabilitación de este tipo, una fresadora se traslada varias veces al día y recorre en parte sobre sus propios ejes los desplazamientos entre las secciones de la obra. La gran ventaja de la tecnología de la nueva serie F radica en que la máquina consiguió la imagen de fresado deseada con el primer corte también en las secciones cortas.
«Llevo mucho tiempo trabajando con máquinas de Wirtgen, también con fresadoras de estas dimensiones. Tengo que decir que las novedades de la serie F me han impresionado mucho.»
Derecha: Roberto Prainito, propietario de Sicilstrade. Izquierda: Raffaele Centonze, de Wirtgen Macchine.
El sistema de asistencia Mill Assist monitoriza la calidad del fresado y produce una superficie perfecta a partir del primer metro de corte. En cada una de las secciones de obra, independientemente de si tienen 50 m de longitud con 3 cm de profundidad de fresado o 500 m de longitud con 5 cm de profundidad de fresado, el resultado es siempre el mismo. El conductor puede confiar plenamente en su máquina y concentrarse en la carga y la vía de fresado. Esto permitió fresar los distintos parches en tiempo récord y finalizar más secciones al día. «Llevo mucho tiempo trabajando con máquinas de Wirtgen, también con fresadoras de estas dimensiones. Tengo que decir que las novedades de la serie F me han impresionado mucho», afirma oberto Prainito, propietario de Sicilstrade.
El trabajo en las sinuosas carreteras solo fue posible gracias a la gran maniobrabilidad de la máquina, unida a su capacidad y su flexibilidad para la carga y la descarga. Sicilstrade dispuso un buen equipo de obra para rellenar los parches directamente detrás de la máquina. Se extrae el asfalto antiguo y se introduce el nuevo en solo unas horas y sin grandes interrupciones del tráfico. Esto solo fue posible gracias a una fresadora W 210 Fi de Wirtgen. «Aquí solo trabajamos en tramos pequeños, pero la máquina ya ha ofrecido una impresión excelente. Estoy deseoso de comprobar el rendimiento que puede alcanzar en una obra de grandes dimensiones», afirma Prainito.
Las clásicas tareas de «Mill & Fill» se llevan a cabo de forma rápida y sin complicaciones.
Se mejoró la calidad en la obra y se agilizaron los trabajos gracias a diversas funciones automáticas, como por ejemplo la colocación en una segunda vía o la guía automática de la cinta de carga. Las opciones para almacenar profundidades de fresado y el sistema automático de colocación, unido a Mill Assist, permitieron procesar aquí de forma especialmente sencilla los parches de distintos tamaños.
En general, la W 210 Fi exhibió su flexibilidad y demostró que es la máquina idónea también para proyectos con una logística más compleja.