Los comienzos
A partir de un dibujo de la maqueta, se desarrollaron los primeros borradores del molino de impacto y se digitalizaron con ayuda de un programa CAD para crear un esquema de color uniforme para la instalación.
Disfrutar de los productos de Kleemann fue decisivo: Tim Schwarz, aprendiz de mecánico industrial, y Tim Grabe, aprendiz de mecánico de construcción, han diseñado al detalle con gran esmero la maqueta de un molino de impacto, incluida la programación.
Los dos aprendices han montado 2700 piezas ensamblables e insertables de plástico... y ha merecido la pena. La apariencia de la maqueta de molino de impacto es igual al original hasta en el último detalle, incluso en el interior hay numerosos elementos reproducidos de forma muy elaborada, entre los cuales se encuentra el rotor giratorio o la tolva abatible mediante una rueda dentada. La creatividad y flexibilidad de los dos Tim quedó demostrada con la reproducción del proceso de trituración: por desgracia, no se pueden machacar piedras reales con la maqueta, así que utilizaron pequeñas chocolatinas de colores para la demostración.
«La idea de construir una maqueta de la gama de productos de Kleemann surgió después de montar una excavadora de rueda de cangilones con ayuda de un sistema modular».
Tim Schwarz, aprendiz de mecánico industrial, y Tim Grabe, aprendiz de mecánico de construcción del cuarto año de aprendizaje en Kleemann
A partir de un dibujo de la maqueta, se desarrollaron los primeros borradores del molino de impacto y se digitalizaron con ayuda de un programa CAD para crear un esquema de color uniforme para la instalación.
La programación de la maqueta del molino de impacto se realizó con la plataforma de informática física «Arduino».
Arduino permite el control independiente e interactivo de objetos y se emplea, por ejemplo, también en escuelas de arte para desarrollar instalaciones interactivas.
Ambos aprendices han invertido mucho tiempo en su proyecto. Durante varias semanas, quedaron en el taller de formación de Kleemann para dedicarse juntos a investigar y construir. Por supuesto, también hizo falta tener paciencia.
Pero el esfuerzo valió la pena. La maqueta se sostiene, funciona y solo le quedan los últimos retoques: Tim Schwarz y Tim Grabe tienen pensado imprimir en 3D el revestimiento para que también tenga el mismo aspecto que el molino de impacto de Kleemann.
¡Enhorabuena por este gran trabajo!