El parque de máquinas de la empresa debía ser ampliado en 2021 con una nueva instalación de la criba. Los requisitos: la instalación debía ser sobre todo flexible y rendir igual de bien en la gravera y en la planta de reciclaje. Una tarea nada fácil. Esto se debe a que, mientras en la gravera se trata arena y material de grano fino, en el reciclaje de escombros la empresa Krebs procesa desde balasto ferroviario a prácticamente cualquier cosa. Entre otros, por ejemplo, tierras vegetales que con frecuencia son especialmente cohesivas. En consecuencia, la instalación de la criba debe poder con material rocoso de muy fino a muy grueso y también con todos los tipos de grados de suciedad.