Lo característico para el extendido de hormigón en el método entre orugas es el siguiente proceso: primero camiones descargan el hormigón delante de la máquina.
Con un tornillo sinfín de distribución o una barra de distribución, la extendedora de encofrado deslizante distribuye el hormigón por toda la anchura de extendido y forma con el encofrado deslizante el perfil de hormigón para la calzada. Dentro del encofrado hay vibradores que oscilan a alta frecuencia y expulsan así el aire del hormigón, que de esta forma se compacta.
Para ello, la máquina se mantiene siempre en movimiento: la velocidad de extendido se mueve en el orden de entre 1 y 2 metros por minuto. Al mismo tiempo, la pavimentadora puede insertar con vibración clavijas o anclas en el hormigón no fraguado. Sirven a modo de armadura. Por encima de los elementos de armadura, se cortan más tarde fugas en el cuerpo de hormigón. Así se garantiza que las grietas que se producen inevitablemente por las cargas y las oscilaciones de temperatura sean introducidas en el cuerpo de hormigón de forma controlada.
Las clavijas insertadas automáticamente por vibración transfieren las cargas de una placa de hormigón a otra.
La calzada es nivelada por niveladores de acabado tipo viga y súper pulidores. El barrido con una pieza de arpillera a menudo asegura una textura superficial antideslizante. Una unidad de curado normalmente se utiliza para distribuir el concreto fresco logrando que el concreto cure uniformemente.
En el extendido de asfalto, es siempre la extendedora la que marca la pauta. En efecto, su capacidad de rendimiento es decisiva para factores como el número de plantas de mezcla asfáltica que se encargan, cuántos camiones se necesitan para el transporte de los materiales mezclados hasta la obra y cuántos rodillos se deben usar para realizar la compactación final.
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