El saneamiento de un aeropuerto comienza siempre por el fresado. En función de lo graves que sean los daños del firme, las fresadoras en frío retiran la superficie de asfalto u hormigón a solo unos milímetros de profundidad para conferirle una mayor adherencia.
Si las superficies de asfalto están más dañadas, por ejemplo la capa de superficie y la capa de ligadura, las fresadoras en frío pueden fresar el firme en un solo paso de trabajo a hasta 35 cm de profundidad. Las extendedoras extienden a continuación el nuevo asfalto y y lo precompactan, mientras que los compactadores se encargan de la compactación final.
En algunos casos puede ser necesario incluso estabilizar la capa de base. Entonces se utilizan después del fresado estabilizadoras de suelos. Al mezclar cal o cemento y aplicar compactadores, se incrementa la capacidad portante del suelo. A continuación, sobre este subsuelo estable se realizan de nuevo las labores de extendido y compactación de asfalto.
El saneamiento de las superficies de asfalto se puede basar en distintas aplicaciones en función de la gravedad de los daños de la superestructura y/o la capa de base. Las superficies de hormigón se pueden perfilar de nuevo con fresadoras en frío o, alternativamente, es posible retirarlas con excavadoras para a continuación extenderlas de nuevo. En el caso de la ampliación de un aeropuerto, la fabricación de las superficies operativas complementarias sigue los estándares legales de la construcción de aeropuertos nuevos.
Con las tecnologías de WIRTGEN GROUP ya se han construido de cero, ampliado y saneado en todo el mundo muchas pistas de despegue y aterrizaje, pistas de desplazamiento en tierra y superficies de estacionamiento para los aviones. Tanto con construcción de asfalto mediante tecnologías de BENNINGHOVEN, VÖGELE y HAMM como con construcción de hormigón mediante tecnologías de WIRTGEN.